Capitulo 1

 

En Las Vegas, a una mujer bastante gruesa la ha dejado tirada su auto.

--¡¡porquería de auto¡

Y su celular no le funciona. Se habla así misma.

--¡¡si ya te lo dice siempre tu madre... Remei no sabes gastar... No tienes remedio... --se ríe.

Luego analiza su situación y se enfurece.

--¡¡es que siempre me empeño en usar las cosas viejas para ahorrar y así me dejan luego tirada¡ ¡¡es que habiéndome regalado mi padre un auto lujoso yo me empeño en dejarlo en Miami y alquilar esta porquería¡¡

De nuevo prueba con el celular:

--¡¡se suponía que era de ultima generación pero igual ya no sirve¡

No pasa nadie por allá.

--Pues ni modo... No hay muy lejos de aquí una gasolinera... me tocará ir a pie...

Lleva ya un buen rato caminando. Esta muy absorta en sus cosas, en todo lo que tiene que hacer.

--Me tengo que acordar que no me pase como la otra vez y al llegar a Miami resulta que me dejé los regalos en el hotel. 

Un auto toca el claxon. De la ventanilla asoma un hombre moreno. Con barba. Muy guapo. Ella queda prendida de él y no se lo calla.

--Madre mía... ¡¡que morenazo¡ -dice ella muy claramente.

Él sonríe. Le hace gracia que la gordita sea tan descarada.

--vaya, española...

--¿tú también?

El morenazo es muy simpático.

--Venga sube...

Pero en realidad ella no hacía falta que fuera invitada. Ya iba hacia él. Ese hombre le gusta mucho. Se siente muy atraída hacia él. Él lo sabe.

--si fuera más bonita le daría lo que busca --piensa él para si.

Luego él mismo se reprocha sus sentimientos:

--¡¡no le puedes hacer esto a Mía...¡ --dice para sí.

El empieza a conducir.

--Me llamo Juli...

--Yo Remei...

Él sonríe. Se dan cuenta que no solo los dos son españoles sino además catalanes.

--mira que encontrarnos precisamente aquí... --dice ella.

Juli sonríe. Esa sonrisa acaba de derretir a Remei. Bueno en realidad ya hacía rato que estaba derretido y es mirando la entrepierna de Juli. Lleva unos jeans y todo está muy resaltado. Juli siente las calientes miradas de ella y se estremece. 

--¡¡esta me quiere llevar a la cama¡ --dice para si-- y yo que llevo tanto tiempo solo.

Pero piensa en amada Mia y eso le da fuerzas para no dejarse llevar. El hecho que Remei no sino bonita sino que tenga bastante sobrepeso ayuda y mucho. Igual Juli espera no tener que estar mucho rato con esa mujer tan ansiosa pues de la manera en la que lo mira parece que nunca haya visto un hombre. 

--es tuyo el coche que está tirado ¿no? 

Ella le va a decir que si pero quiere estar más rato con él.

--¡¡no, no...¡ ¡para nada¡

Juli la mira sorprendido.

--¿como que no? Al ver un coche descompuesto me lo imaginé y no me ha extrañado verte aquí sola y caminando... porque si no ¿¿qué haces aquí? No es que sea un lugar muy bonito para dar una vuelta.

Él habla con ironía. Sonríe, a ella le encanta la sonrisa de él.

--sabes que tiene una sonrisa muy bonita?

Ella se muestra sensual. Él se siente un poco incomodo. Para dejar el tema él insiste.

--¿en serio no era tuyo el coche que vi?

Remei se da cuenta que él no la cree y tampoco quiere que piense que es una mentirosa. Quiere pasar el máximo rato posible al lado de ese hombre tan guapo que le gusta tanto pero no mintiendo.

--No, de una amiga... ella se fue en un taxi y me dejo tirada... ¿no me puedes acercar a mi hotel?

Esto ya le parece más sensato. Suena el celular de él.

--quieres que lo tome?

Como no pasan autos Juli se echa a un lado en la carretera. Mientras toma la llamada Remei lo mira encendida. Sus movimientos, sus piernas tocando a Juli. Cuelga en seguida. Juli se habría sobresaltado pero era número equivocado.

--¡¡que rabia... encima que me ha hecho salir de la carretera¡

Remei sonríe encantada. Siente que ha sido el destino que se ha puesto de su lado. Antes de que él ponga las manos en el volante ella le pone la mano en el muslo y se le lanza encima. Le parte de la boca de una manera intensa. Él no responde pero tampoco se la saca de encima. Igual Remei no se lo permitiría. Es un beso largo, intenso. Parece que hace siglos que Remei no besa a nadie. Casi lo ahoga. Él está sorprendido. La mira con cara de pensar ¡que lanzada¡ Remei está totalmente desatada. Nunca un hombre le había gustado tanto y quiere tenerlo. Tiene miedo de no volver a verlo y si eso pasa almenos quiere guardar un lindo recuerdo. Le empieza a desabrochar los pantalones.

--¿qué haces? --pregunta él sorprendido.

Juli no esperaba que la mujer se atreviera a tanto.

--nada... nada... tu déjame hacer...

Juli esta excitado. Lleva tiempo sin sexo y a las primeras caricias su pene ya ha crecido mucho. A ella le encanta descubrirlo, lo empieza a masturbar.

--mejor no --jadea él.

Pero Remei no le hace caso y traga la herramienta de él. Juli no quiere nada con ella... pero se deja llevar... Se deja llevar por el placer. Por sus ganas de sexo. Remei es muy ansiosa.

--¡¡no tan fuerte¡ --se queja el gimiendo.

Parece que se la va a arrancar pero el gusto lo vence. Cuando ya Remei se da cuenta que Juli está totalmente entregado se dispone a montar sobre él. A Juli eso le parece excesivo.

--¡no...¡

Él jadea. No le apetece quedarse a medias pero tampoco llegar a tanto. Prefiere acabar él en solitario cuando llegue a su hotel. Le da un pequeño empujón para que caiga al asiento del acompañante mientras se guarda, no sin dificultad, su grande y gorda herramienta sexual. 

--¿no vas demasiada rápida? --jadea él.

Ella lo mira frustrada.

--sí... así soy yo... si un hombre me gusta ¿para qué controlarme? y tú me gustas mucho...

A ella le excita mucho ver como se abrocha los pantalones. Esta lo que se dice muy muy caliente.

--¿y lo haces mucho? Digo eso de chupársela a desconocidos...

El habla un poco con reproche pero ella no se lo toma a mal. Habla divertida.

--tampoco te creas que soy una cualquiera... ¡solo he estado con 13 chicos¡

Juli la mira con cara de ¿¿solo?¡ Ella sigue hablando.

--me hubiera gustado que tú fueras el 14... 13 es un número feo... ¿no?

--bueno... no se...

Él se muestra algo tímido hacia esa gorda tan charlatana y ansiosa.

--nunca lo has hecho con una desconocida...?

--si pero en mis años de adolescencia... ¡ya tengo 36¡

--pero te conservas muy bien...

Ella le pone la mano en el muslo y él jadea. Ella nota su deseo y eso le gusta.

--Mira como nos hemos quedado... ¡almenos deja que te la acabe¡

Él no le dice que si pero no se lo impide. Ella es muy rápida, casi agresiva. No le quiere dar ocasión de que él se arrepienta. La cara de él es de satisfacción total. Una vez él ha eyaculado en la boca de ella, Remei vuelve a su sitio, Juli se abrocha los pantalones jadeando.

--bueno...te dejo en la gasolinera que hay aquí cerca ¿no?

Juli tiene ganas de deshacerse de ella. Remei no quisiera tener que despedirse nunca de él. Almenos quiere aprovechar el máximo ese momento.

llévame a mi hotel y te invito a un café...

Juli la mira con miedo.

--¡¡en la cafetería¡ ¡no te voy a violar...¡ --dice ella divertida.

Juli sonríe. Remei le parece demasiado lanzada, no le atrae como mujer pero le hace gracia.