Capitulo 3

 

Remei entra en el cuarto. Se excita al ver la ropa tirada de Juli, sus calzoncillos tipo slips.

--¡¡cómo le deben quedar...¡

Oye el ruido del agua. Le pone muy cachondo saberlo desnudo en su cuarto.

--¡va a ser mi marido...¡ ¡¡¡esta noche va a ser mi marido¡

Sin dudar entra en el baño, siente una explosión de placer impresionante. Ver a Juli desnudo en su baño es una experiencia impactante. Queda maravillada.

--madre mía... ¡¡que cuerpazo...¡ ¡¡qué bueno estás¡ --grita excitada.

Le encanta ver al desnudo ese trasero que la ha seducido en jeans. Lo que lamenta es no verlo por delante. Aunque ha tenido sexo oral no ha visto el pene de ese chico en su estado de reposo y tiene curiosidad de saber como la tiene pero se va a casar con él ¡¡tendrá tiempo suficiente para hacerle lo que quiere¡ Juli se gira tapándose con las manos los genitales lo que enciende aun mas a la apasionada Remei. Mira ese cuerpo y le excita mucho pensar que se van a casar. Juli siente vergüenza de estar desnudo ante esa mujer que recién no hace más de dos horas ha conocido.

--¡¡Remei¡ ¿¡¡qué haces aquí?

Él se muestra alterado. Ella sonríe divertida por la timidez de él pese a que falta pocas horas para que contraigan matrimonio.

--¿qué pasa...? me gusta verte desnudo...

Juli no está acostumbrado a tanto descaro. A tanta pasión. Tapándose con una mano con la otra busca una toalla mientras que las miradas encendidas de Remei queman su cuerpo.

--a mi me incomoda que me veas desnudo... no nos conocemos...

--pero casi hacemos el amor... ¡nos vamos a casar¡

--igual no nos conocemos...

Juli sale envuelto en una toalla. Remei lo mira con deseo. Le acaricia el pecho, lo quiere besar pero Juli la rechaza.

--contrólate ¡no?

Ella lo abraza y le pellizca el trasero. Tenía muchas ganas de hacerlo.

--¿y por qué? Me gustas mucho...

--No me gusta que me trates como un objeto sexual...

Él habla brusco pero ella no se ofende.

--pues a mi en cambio me encanta que los hombres como tú me traten como un objeto sexual...

Juli se agacha para agarrar su ropa y Remei le da un cachetazo en todo el trasero por debajo de la toalla. Juli se levanta y la mira regañón. Remei sonríe excitada.

--lo siento... es que me gustas mucho... Procuraré controlar, almenos hasta después de la boda.

Juli resopla resignado:

--presiento que el próximo año va a ser muy largo --murmura con cara de fastidio.

Pero Remei está tan encantada de haber conocido a Juli que no se da cuenta de nada. Juli agarra sus viejos jeans para no estar desnudo ante Remei. A ésta le da pena que no se cambie delante de ella, que cierre la puerta. Tiene muchas ganas de verlo totalmente desnudo pero igual le da mucha ternura que sea tan tímido y le dé vergüenza desnudarse ante ella.

--Es algo que vamos a tener que solucionar... --dice para sí-- pero luego, después de la boda. No vaya a asustarlo.

Juli sale con el pelo mojado, con el pecho descubierto, con jeans y sin zapatos. Juli ve como a Remei se le van los ojos y sus intenciones de lanzarse sobre él.

--¡¡ni se te ocurra¡ --le advierte él.

Remei pone cara de buena.

--¡¡pero si no he hecho nada...¡

--pero te conozco.

Juli sonríe. Aunque le incomoda le hace gracia la manera de ser de la chica.

--Han mandado un recadero a por tus cosas...en media hora las tienes aquí...

--No creo que te las den...

--¡oh sí le di una buena propina...¡ ¡¡ya llamé con recepción de tu hotel... dije que era tu esposa y nos darán las cosas...¡

--pero no he pagado la factura.

--Ya la pagué yo...

--¡¡no quiero que pagues mis cosas... no soy un mantenido¡

Ella le sonríe. Lo acaricia.

--no sea malo... déjame ayudarte...

Juli no se siente bien aceptando dinero de Remei pero gracias a ella y a lo que se ahorra del pasaje podrá ahorrar para que su familia en España viva almenos un mes...

--te lo devolveré cuando trabaje...

--¡ah y eso será muy pronto...¡ ¡mi padre no me negará nada y como mi esposo trabajarás en su empresa...¡

--¿tu padre tiene una empresa?

--bueno es el gerente de una fábrica de perfumes... También somos accionistas pero minoritarios... Yo vivo de lo que me dan las acciones y cuando tengo ahorrado me encanta viajar... Tenía ganas de conocer las Vegas... sabía que tú me esperabas...

--Yo con lo poco que tenía vine aquí para probar suerte en el juego pero de hecho me he quedado casi sin nada...

Ella le encanta que ese chico guapo necesite de ella.

--Ya te dije... Mi padre no me negará un favor y algún trabajo tendrás en la empresa.

--¡¡puedo hacer cualquier cosa¡ ¡¡se me da bien el trabajo¡ --dice Juli muy ansioso y con ganas de trabajar.

Remei le sonríe:

--eso no lo pongo en duda... pero ya hablaremos cuando lleguemos a Miami...

Juli mira agradecido a Remei, le acaricia la mano dulcemente mientras le dice:

--no sé cómo pagarte lo que haces por mi...

--yo si --dice ella picara y tocando el torso desnudo de él.

Él se aparta de ella incomodo por la pasión de ella pero a la vez divertido.

--¿es que solo piensas en lo mismo...??

Ella se le acerca provocativa:

--contigo delante si...

El sonríe.

--No me presiones... ¿cuántas horas hace que nos conocemos? Yo respecto tu forma de vivir la vida pero respecta tú la mía.

Remei está loca por ese hombre. Le gusta físicamente y le gusta lo que está conociendo de él en las pocas horas que hace que lo conoce. Sin duda las horas más intensas de su vida. Para olvidar un poco la profunda atracción que siente hacia ese guapo hombre le muestra unos trajes que están sobre la cama.

--¡¡mira lo que alquilé¡

Es un smoking para él y un traje blanco para ella.

--¿no te estás tomando demasiadas molestias para una boda falsa?

--¡¡No es una boda falsa --defiende ella-- aunque sólo vayamos a estar casados un año la boda es de verdad.

Juli la ve demasiado ilusionada en la boda y eso le asusta pero confía que sólo quiera acostarse con él y luego se le pase el capricho. Ella le muestra el traje:

--¡¡te vas a ver guapísimo...¡

Él lo mira.

--si, parece que es de mi talla...

--¡¡lo es, si de algo conozco es de hombres...¡

Remei no lo puede evitar y le da un pellizco en el trasero a él. Juli la mira regañón pero en realidad le hace gracia la forma de ser de ella.

--ah perdón --dice ella-- es que eres una tentación demasiado grande para mi... No creo poder aguantar hasta la boda...

A Juli le hace gracia el comentario pero también le preocupa porque él no tiene planes de acostarse con la mujer próximamente y Remei se ve demasiado decidida. Remei le muestra su vestido de novia:

--Me costó un poco encontrarlo, es que solo tienen para novias esqueléticas pero este es precioso.

--no sabía que hacían vestidos de novias tan grandes --dice él.

--no seas malo... --dice ella divertida y dándole un golpe en el brazo-- ya sé que estoy un poco llenita pero no es para tanto...

A Juli le encanta que no tenga problemas con su sobrepeso y que se tome la vida con tanta, a veces demasiada, alegría.