Capitulo 21

 

Patricia está demasiado herida y lo que desea en ese momento es estar con otro hombre. Le da igual cualquiera y Daniel esta ahí ofreciéndole todo su apoyo. Pero para Daniel esa mujer es demasiado importante como para dejarse llevar.

--no quiero que te vengues de tu marido conmigo...

--por favor... no me rechaces... --le suplica ella mientras lo empieza a desnudar.

Él no quiere caer pero esta apunto.

--es que no quiere ser un desahogo, no quiero que luego me odies por haber abusado de ti.

Ella le saca la camisa, le va bajando los pantalones.

--te juro que no pensaré eso --dice excitada.

Ella ya lo ha dejado en bóxers.

--si sigues no respondo de mi --jadea él.

No quiere que ella luego diga que no la avisó. De hecho es ella misma la que se clava en él. Se muestra como una fiera salvaje. Le hace vivir un momento en el que prácticamente él es un objeto pasivo. Aunque no quiere Daniel esta tan cansado que acaba quedándose dormido en el acto. Patricia lo ve desnudo, durmiendo a su lado.

--¿¿¿qué hice?¿¿qué hice?

Gustavo está desesperado en su departamento. Ha buscado a su esposa por todos lados. Más que miedo a perderla lo que más le preocupa lo que puedan decir de él si saben que es gay. En ese momento piensa en Franco y en su apasionado beso. No quiere pensar en él. Cree que se burló de él.

--¿y porque pienso en este ahora?

Patricia se viste en silencio mirando llena de vergüenza a Daniel. No le guarda rencor pero reconoce que la culpa fue de ella pero se siente muy sucia. Agradece que se haya quedado dormido porque así no tiene que pasar el mal trago de dejarlo. Al día siguiente Daniel amanece desnudo en la cama, busca a Patricia. Le da un mal presentimiento. Se levanta totalmente desnudo. Le duele comprobar que no está.

<div class="separator" style="clear:both;text-align:center;">

Semanas después... Daniel y Franco están juntos tomando un café. Daniel está muy deprimido y Franco trata de animarlo.

--ya no pienses en ella... esa mujer es...

Daniel lo interrumpe. No le deja que hable.

--¡¡ni lo digas...¡

--pero es la verdad... ¿¿qué mujer se acuesta con un hombre y luego lo deja y no da señales de vida?

--yo me aproveche de ella... Ella debe estar enojada... --dice triste.

Franco le pone la mano en los hombros a su amigo:

--Eso no es así. La única que se aprovechó fue ella, te usó y te tiró...

Daniel se estremece recordando los momentos que pasó junto a ella.

--es que cierro los ojos y aun siento sus caricias... descubrí que la amo más que nunca... que nunca pude concretar con ninguna chica porque la amo a ella.

Franco lo mira triste. Le quiere decir que se la tiene que sacar de la cabeza pero no lo hace. ¿¿cómo hacerlo si él no hace más que pensar en Gustavo y hace más de un año que no lo ve??

En ese momento Patricia recibe una noticia que le va a cambiar la vida: ¡¡está esperando un hijo¡ No sabe si reír y llorar. Luego de tanto tiempo de buscar un bebe este lleva. Se acaricia el vientre pensando en el momento en el que fue gestado ese bebe. Pensando en Daniel.

--¿¿y ahora qué hago?

No quiere compartir un hijo con un hombre al que se le regaló por rabia. Le da demasiado bronca conocerlo. Sabe que Daniel no tiene la culpa y no es justo para él pero no se lo quiere decir. Decide borrar su número para evitar la tentación de llamarlo algún día.

Remei por su lado recibe la notificación que ya salió la sentencia de su divorcio. Es una mujer libre. Llora con amargura. En unos segundos pasan por su mente esos maravillosos e irrepetibles momentos: cuando conoció a Juli en aquella carretera, la primera felación, la primera vez que lo vio desnudo en la ducha, la boda. Su primera vez. Juli es ya su pasado y eso es algo que le hace mucho daño.

--¿y lo sabría ya Juli ayer cuando vino?

Juli la busca en las noches cuando le viene la añoranza. Hacen el amor y luego se va sin mediar palabra y ella no le pide explicaciones porque es feliz teniendo un ratito aunque luego todo se le viene encima. La soledad la lastima. Le duele pensar que Juli ya sabía cuando hicieron el amor que estaban divorciados y no se lo dijo. Tiene en el dvd el cd de las fotos de la boda. Las ve constantemente. En ese momento es lo que más daño le hace pero por otro lado lo único que la reconforta. Llaman al timbre. Va a abrir secándose las lagrimas. Es Juli, se miran con emoción. Con tristeza.

--te quería decir que ya salió nuestro divorcio pero veo que ya lo sabes ¿no?

Juli nunca pensó que lo fuera a lastimar separarse de Remei.

--estabas llorando?

Lo que más le duele es que ella sufra. Remei no quiere que Juli se preocupe por ella.

--es que me entró una alergia... no es nada...

juli se da cuenta del dvd:

--¡son las fotos de la boda...¡

Juli se sienta en el sofá para verlas. Ella se queda a su lado. A los dos se les hace un nudo en el estomago. Juli nunca pensó que le fuera a doler tanto perder a esa gordita tan loca que apareció en su vida de la nada. Remei no puede evitar llorar mirando esa foto aunque está contenta al compartir ese momento con Juli. Él seca las lágrimas de su ex esposa con sus labios. Le acaricia los oídos con su dulce voz:

--siento haberte hecho daño...

Ella lo mira enamorada:

--no pienses en eso...

Se funden en un apasionado beso. La pasión se desata. Caen a la cama, se desnudan y se aman como fieras.

--¿quieres que me quede esta noche? --le pregunta él.

Ella besa el torso desnudo de el:

--me encantaría...

Él le acaricia la cabeza con dulzura:

--será la última noche que durmamos juntos.

Ella lo acepta pero lo mira con miedo:

--¿pero me vendrás a ver?

Él no le quiere prometer nada:

--puede ser.

Se besan. Se quedan dormidos el uno en brazos del otro. Juli se viste en silencio. No sabe si la volverá a ver. De hecho quisiera que no. Le duele estar con ella cuando le ha ocultado a su mujer y a su hijo. Además piensa en Mía.

--no está bien lo que hago.

Se viste mirándola con ternura. Prefiere no despedirse de ella. Le duele demasiado ver la tristeza de sus ojos cuando él se va.

 ,

Todos los días Juli lucha por no buscar a Remei. Habla largamente con Mía pero luego cuando esta solo los recuerdos lo atormentan y acaba pasando todas las noches con ella. Remei esta acostumbrada a que Juli la venga a buscar todas las noches y luego se vaya. Dice que no lo espera pero en realidad sí lo espera. Es el temor que tiene dentro, cada día teme que él no vuelva. Y esa noche, no vuelve. Se queda en la cama esperando.

--no vino... no vino..

Juli va al aeropuerto... ¡¡Mía esta llegando¡ Juli al fin puede abrazar a su pequeño que ya tiene cuatro años. El encuentro entre Mía y Juli es algo frio, han pasado tanto tiempo separados que ahora se ven como extraños. Julito carga a su pequeño. El niño está feliz con su nuevo cuarto. Mía y Juli se miran nerviosos cuando están a solas. Ella le ve el colgante que le regalara Remei:

--¿qué es esta basura...?

Ella se lo quiere arrancar pero el se aferra a él. 

--es de tierra de Catalunya.

--de donde lo sacaste

--me lo regalaron...

--es horrible... sácatelo... 

--a mi me gusta...

Mía se lo quiere arrancar pero Juli se aparta de ella. Es como si quisieran arrancarle de sus pensamientos a Remei y lo que vivieron y no se lo permite.

--¡¡ni se te ocurra¡

--¿¿cual es el misterio de ese colgante?¿¿quién te lo regaló? --dice ella molesta.